Sabroso plato, fácil y rápido de cocinar.

 

  • Unos ocho puerros
  • Un trozo de bacalao muy pequeño
  • Una patata también pequeña
  • Cuatro huevos
  • Tres o cuatro ajos
  • Pimentón (del bueno)

 

 

 

Cortamos los puerros, la parte blanca, en trozos pequeños.

 

Pelamos los ajos y los cortamos en láminas gruesas.

 

El bacalao se pone en agua, dos horas antes, en cuadraditos muy pequeños.

 

En una cacerola, con aceite caliente, ponemos los ajos. Una vez dorados se añaden los puerros y se rehogan, lentamente, hasta que no queda agua.

 

Entonces, se añade una cucharadita de pimentón y se dan unas vueltas. Se pone agua caliente, sin exceso, que cubra los puerros.

 

No añadir sal, será suficiente con la del bacalao que se termina de desalar cociendo.

 

Cuando empieza a hervir se añade el bacalao y la patata cortada en trocitos muy pequeños.

 

Después de hervir, lentamente, durante una media hora, o poco más, se echan los huevos, cuatro, se tapa para que cuezan, pero solo el tiempo suficiente para cuajar la clara y que la yema quede relativamente blanda.

 

Exquisito…


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