img011220081452685241101Hay un día en tu vida en el que te empiezas a dar cuenta de la importancia del DES.

¡Maldito prefijo!

Denota negación o inversión del significado y nunca antes habías reparado en él porque apenas tenía cabida en tu rutina, pero ahora te levantas y empieza tu retahíla:

  • DEScafeinado para desayunar porque la tensión está alta.
  • DESganado, porque lo que puedes comer no es apetecible.
  • DESmotivado porque ¿a dónde vas?
  • DEScontento, porque el cuerpo que te alberga empieza a ser una ruina.
  • DESacertado, porque ya no haces nada a derechas para los que te rodean.
  • DEScabalgado, de la actualidad y los inventos que te dejan:
  • DESbordado.
  • DESventurado, porque ves como, poco a poco, estorbas.
  • DESgraciado, que viene a ser lo mismo.
  • DESconcertado, porque no te explicas como ha llegado esto a ti, tan pronto.
  • DESatendido, por aquellos que, tú crees, que no deberían hacerlo.
  • DESvelado, porque duermes bastante regular pensando que, en cualquier momento, puedes estar
  • DESahuciado.

Esta, no soy yo, pero lo tengo encima…


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