Se les ve venir. Por malos caminos, claro. Son aquellos ¿amigos? que blandiendo el argumento de que ellos son tan sinceros…, te machacan, te agreden, y están deseando decirte lo mal que te ven,  aunque bien es verdad que, a veces, dicen entre medias, quizás conscientes de su malicia, «pero en cambio tienes otra cosa buena», que luego si analizas no suele ser tan buena. Esto es la sinceridad. Cuántas tropelías se cometen en su nombre y en cambio cuando la pedimos, cuando se necesita, no está nunca.
Y siempre te quedas con las ganas de decir: pero, vamos a ver, a ti quien te ha pedido que seas sincero.
Lo tengo dicho: contra sinceridad delicadeza.


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