Difícil, es muy difícil dar la talla, porque existe aquello de las dos varas de medir, y siempre con la más larga medimos a los demás, y no llegan, no llegan…
En tiempos en los que los mozos hacían la “mili” al entequillo que no daba la talla le perdonaban aquel año de servicio a la Patria, porque de todos es sabido que la patria quería hombres de buena talla.
Ahora en tiempos sin “mili” siguen muchos sin darla, pero de qué les sirve, ya la recompensa no existe y en cambio, no dar la talla en tiempos en los que la especie ha mejorado notablemente, no dar la talla es duro, muy duro…