Algunas más de las palabras medio olvidadas, pero que aún se esfuerzan por salir en los recuerdos.
Rebañaeras o rebañaderas: artilugio con varios ganchos que se utilizaba para sacar los cubos que, al romperse la soga, se caían al pozo.
Rapachina: cortar el pelo a rapachina era un corte de pelo muy cortito, al cero.
Rape: cortar a rape cualquier cosa era cortar sin dejar rastro.
Rapeo: tirar algo a rapeo era tirar con fuerza y con intención de dar en la cabeza
Reguruño: persona o cosa muy encogida, arrugada y liada. Un trapo o tela puede estar hecha un reguruño, pero también una persona puede ponerse muy encogida y doblada hecha un reguruño.
Rehilero: molinillo de papel como el de la imagen.
Reor o redor: alfombra redonda de esparto con un agujerito en el centro que se colocaba en los portales para la limpieza del posible barro en los zapatos
Repompolludo: muy abultado y hueco. Se solía aplicar a la imagen que daba un trasero de mujer con una falda o vestido muy hueco.
Repulgo: puntaditas pequeñas y espesas con que se cosen a mano algunos dobladillos y que nuestras madres nos enseñaban a coser para alcanzar la categoría de mujeres primorosas.
Retortero: es el alrededor de algo. Se usaba para expresar desorden: tener todo al retortero
Ricamente: adverbio de modo que expresa lo a gusto y feliz que estás: estar tan ricamente.
Rinche: el rinche era ese lugar maldito al que ibas si te eliminaban de un juego. Debía ser como el limbo, sencillamente ya no jugabas.
Rin-ran: comida de verano consistente en escabeche, cebolleta, aceitunas negras, tomate, aceite, sal y vinagre.
Roe-roe: esto es algo así como un «sinvivir». Tener un roe-roe es un malestar por algún problema que no te deja en paz.
Ropón: parecido a una manta, pero de menos categoría, más viejo, de peor tejido y para usos menos dignos que abrigar en la cama.