Es un guiso ideal para sobrellevar los fríos de enero. Plato barato y sencillo, y desprende los olores y los sabores del cariño de las abuelas…
Ingredientes:
- Bacalao
- Unas poquitas chirlas
- Aceite de oliva
- Buenas patatas
- Huevos
- Una cebolla
- Un ajo
- Un puerro
- Cominos
- Un chorreíto de vino blanco
Se hace con esas raspitas de bacalao que te sobran, es decir la parte baja. No es necesario poner el bacalao en agua el día antes, con que esté dos horas es suficiente y tampoco mucha cantidad. Hay que tener en cuenta que es un plato de tiempos de carencias, de crisis…, es plato único.
Se hace en sartén, mucho mejor que en cacerola.
Haremos un rehogado echando los ingredientes en este orden:
El ajo pelado, la cebolla, el puerro, las patatas, (que se habrán cortado «chascándolas» al final del corte para que espese el caldo.
Cuando está rehogado se machacan unos cominos y sobre ellos se echa el chorreíto de vino blanco, no mucho, y se pone sobre el rehogado. Se cubre con agua y cuando está empezando a hervir se pondremos los trozos de bacalao y las chirlas, previamente lavadas. Se deja cocer hasta observar que la patata está en su punto, que es, cuando se escalfan los huevos y se dejan cuajar a gusto de cada uno. No poner sal antes de probar porque, lo normal es que sea suficiente con la sal del bacalao.
Un buen vino tinto, pan tiernecito y tendremos un gran plato.