Tienen el sabor de los buenos vinos y decirlas es como paladear un buen caldo hecho en barricas de roble, cuidado con esmero y bebido con cariño. Qué no se pierdan, qué se queden en la Isla de las Palabras para un día volver.

 

Abanto: se aplica a alguien que entra en un lugar buscando, mirando, con cierta inquietud. Se emplea en el lenguaje taurino también, pero aplicado al toro.

Abocinar: perder el equilibrio hacia delante trastabillando

Abrojos: plantas silvestres que crecen entre la siembra, perjudicándola y que tiene pinchos fuertes y duros

Aburrir: es una acepción de la palabra que sólo he oído en mi pueblo. Se refiere a cuando alguien se encuentra un nido con huevos en el campo. Era sabido que si tú lo tocabas, la madre lo aburría, es decir lo abandonaba.

Aguachirle: calificativo que se le daba a una sopa sin sustancia.

Aguaderas o aguaeras: aparejo de esparto que se le ponía al burro para ir a por agua al «prao». Tenía dos cavidades, una a cada lado del lomo en las que cabía un cántaro.

Ahíto: se le aplica a alguien que está saciado, harto, empachado. Yo la he oído utilizada, aplicada a un bebé que, se supone que como consecuencia de un empacho le salían rojeces en el culito, a estas zonas rojas se le llamaban ahítos.

Albarcas: calzado muy rudimentario hecho de goma de neumáticos viejos y cosido con lañas que usaban los gañanes para ir al campo.

Albarda: aparejo para las caballerías.

Alcagüeses: forma sonora y distinta de decir cacahuetes.

Alcuza: recipiente metálico, antes de hojalata, en el que se ponía el aceite. Hay una frase estupenda: «sacar leche de una alcuza» que viene a decir algo así como sacar provecho de algo que parecía imposible.

Alpea: deformación de apear, bajarse. Entre los chavales se usaba mucho. Cuando el que más mandaba en tu grupo te decía: «alpea de ahí», vamos que si alpeabas, volabas…

Andurrial: lugar poco recomendable para transitarlo.

Angarillas: 0068169714

sirven para aparejar los animales y cargar sobre sus lomos los fajos de la mies para su acarreo.

Andosco: adjetivo que se le ponía a viejo, hombre viejo, cuando se quería expresar que era un viejo un poco sucio y «sospechoso»

Antier: anteayer


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