Siempre pensaba en las cosas malas que podrían caerme encima a lo largo de la vida. Y se me ocurrían muchas: terremotos, ahogamientos, enfermedades…, pero jamás hubiera cabido en mi cabeza la palabra pandemia, es decir, es que para mí no existía. La epidemia era lo mas familiar: de gripe, de sida, de cólera…, de cosas cercanas o lejanas, pero manejables.
Esta amenaza es algo sobrevolando permanentemente sobre tu cabeza, invisible, intangible, imposible. Esta amenaza te hace andar todo el día en tensión, cavilando, esquivando, sufriendo, añorando y pensando que en cualquier momento pasas a ser parte de las posesiones del virus y hasta ahí llegó tu historia.