Cadenas

 

Es tiempo de cadenas. Estamos encadenados por la ley, por el miedo, por nuestra propia responsabilidad, por no saltarnos la norma, por no pasar los límites, por los recuerdos, por los deseos de futuro remoto…

 

Todo nos encadena, todo nos quita la libertad.

 

Y, para colmo, no paran de llegar mensajes religiosos (propios de situaciones desesperadas), mensajes políticos, cargados de odio, con la coletilla de, reenvíalo, NO ROMPAS LA CADENA…

 

Y es precisamente eso lo que procede hacer ahora, romperlas, cualquiera de ellas, porque estamos a un paso de gritar algo tan nuestro como aquello de…

 

 ¡Vivan las cadenas!


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