Te gustará verlo cuando pasen años, cuando, incluso, algunos ya no estén. Los recuerdos amables alegran la vida. Los recuerdos de infancia te atan a esa misma vida.
Así te veían tus compañeros de clase, Álvaro: amable, muy inteligente, gran jugador de fútbol, tímido…
Ningún adjetivo negativo, porque, realmente, eres todo eso y más, mucho más que sabemos los que te hemos visto nacer y crecer en grandeza.
Siempre así.