Jun

11

Elena Drie

Llegó el día del año tres, es tu día Ewy. Y estás lejos. Tus ojos se están acostumbrando a otros paisajes, y los nuestros no se han acostumbrando a no verte. Nos estamos perdiendo mucho de ti que nunca podremos recuperar. Creces entre gente extraña a tus raíces, pero eso te dará fuerza para tener esos ojos más abiertos a lo que te rodea. Busca siempre en esas raíces para poder mantenerte firme y no tropieces, Ewy, que ya son muchas roturas para tu corta vida…

 

Leerás, quizás, mis cosas cuando no puedas ya comentarlas conmigo y por eso quiero dejarte este poema de Benedetti que algún día entenderás…

 

Cuando éramos niños

 

Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta,
un charco era un océano,
la muerte, lisa y llana,
no existía.

Luego, cuando muchachos,
los viejos eran gente de cuarenta,
un estanque era un océano,
la muerte solamente
una palabra.

Ya, cuando nos casamos,
los ancianos estaban en los cincuenta,
un lago era un océano,
la muerte era la muerte
de los otros.

Ahora veteranos,
ya le dimos alcance a la verdad,
el océano es por fin el océano,
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.


Deja un comentario