Ya tienes cuatro Álvaro. Importante número, a partir de cuatro se van quedando grabados en nuestra memoria los primeros recuerdos. Me gustaría que algo mío se te grabara en tu cerebro y que lo asociaras a como tu abuela, te cantaba, te contaba cuentos, te hacía natillas y te adoraba…
Sigues asombrándonos con tus frases, con tus canciones en francés, con tu agilidad física, ¡ya pedaleas en la bici sin sujeción alguna!
No puede haber más inteligencia en una mirada, ni más felicidad en una sonrisa.
Álvaro, tú estás aquí para saber donde vas, yo para decirte de donde vienes, es importante saberlo, a quien olvida sus raíces le zarandean todos los vientos.
Tus abrazos son los mejores, me los das por nada, no me los niegues nunca, son los que me amarran a la tierra.
Gracias por mirarme.