Cocinar es una forma de expresar el amor a tu gente como no hay otra igual. Echar una mañana en la cocina para agradar a los tuyos, ni agradecido ni pagao, puede que ni una frase de cortesía al respecto, pero con eso hay que contar, esa es la gran generosidad: cocinar sin medida y tragar sapos como príncipes.
Pues eso, esta es mi fideuá, platito marinero hecho en la Meseta con cariño, siempre…
- Una sepia limpita
- Unos langostinos
- Gambas
- Pimiento rojo en tiritas
- Un tomate maduro
- Dos ajos
- Fideos de agujerito
- Caldo de pescado
- Perejil
- Buen aceite de oliva
En el aceite caliente se da una vueltecita a los langostinos y se sacan. En ese mismo aceite se rehoga la sepia hecha trocitos. Se van añadiendo al rehogado el pimiento, el ajo, el tomate, las gambas… Cuando el tomate ha perdido el agua se echan los fideos y se remueven sin parar hasta que estén doraditos. cuando ya están en su punto se añade el caldo de pescado, caliente siempre, es decir, hirviendo. Se machaca un poquito de perejil y también se añade al guiso. Se tiene cociendo unos diez o doce minutos. Tiene que quedar seco. Gran cuestión calcular el agua. Tres minutos antes de apagar se incorporan los langostinos fritos. Se retira y en reposo seis o siete minutos. Para comerla, da igual blanco que tinto, pero que sea bueno.
Se hacen de otras muchas maneras, pero de esta, está buena, la verdad.