En un tiempo muy valorada, pasó a despreciarse como algo que no había que cultivar demasiado, ya que era importante en la escuela de postguerra, y había que terminar con todo lo que sonara a tintero, mapa mudo, leche en polvo, y en este pack metimos la memoria. Tremendo error, gran ejercicio era aprender nombres de ríos y cordilleras, de reyes y pueblos. ¿Por qué cultivar sólo entendimiento en detrimento de memoria? Ambos a la par, ambos de la mano. Pero pendulear es lo nuestro, ahora al este, ahora al oeste.
La memoria es fundamental para el brillo social: el que tiene memoria triunfa con sus chistes, que siempre tiene a mano, con sus relatos, con sus conocimientos sobre un tema general, gana hasta al trivial. Y no digamos nada del que se saca unas oposiciones a base de eso, de memoria.
Tiene otra vertiente la memoria: el rencor y el agradecimiento. No existe el rencor, no existe el agradecimiento, ambos son memoria, cuanta más tienes más sientes.
Fundamental también para fijar nuestras raíces, para estimular nuestra imaginación tirando de recuerdos.
¿Tendrá que ver algo esta dejación de la memoria con que cada vez hay mas casos de Alzheimer?
Memoria, entendimiento y voluntad, a mi me enseñaron que estas eran las tres facultades del alma, y yo, de todo, me acuerdo.