Estaba yo esta mañana, eso, escuchando a Felipe, González, por supuesto, Cadena Ser “A vivir que son dos días” y sentía esa nostalgia del talento pasado, del encanto de la palabra, del poder de la seducción, de la maravillosa ironía, ironía con la que se refería a Aznar al que decía que vio en la cena del Rey muy contento, extremadamente eufórico, (¿será por la Botella?), en definitiva, por mirar hacia nuestros políticos ahora y ver el vacío, la simpleza, y sentir el vértigo de no saber hacia dónde vamos, puede que hacia la gran GARIPOTAINA, todo junto y además revuelto.
14 de enero de 2008 a las 19:26
Los tontos son mucho peor que los malvado, porque los tontos no descansan…