Jun

17

El tren

Adoro el tren. Es corta la palabra y largo el tren. Es  símbolo de libertad aunque siempre tenga que ir por el mismo sitio, sin salirse, y no pueda elegir su camino. Es signo de progreso. Es algo que todos los niños sueñan con conducir si les preguntas que quieren ser de mayores. Es seguro, es rápido, es alegre, es escenario de grandes relatos, de aventuras fugaces, de misterios. Lo manejamos en nuestro vocabulario diariamente con otros significados: engancharse al tren, vivir a todo tren, llevar un tren de vida, el  tren de los deseos, tirarse al tren. Ahí está, pese a todo, desafiando, recordando vías muertas, abriendo otras a velocidad de vértigo y también arrastrando alguna pena, cuando, sin más remedio, ha tenido que llevarse a alguien que le eligió para terminar su historia.


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