Dic

11

Palabrotas

Quien no tiene respeto a las palabras no tiene respeto a nada. Desde que yo tengo recuerdos tengo aquella sensación de no querer pronunciar una palabra hasta no tener la plena seguridad de que era esa y no otra, y con aquellas letras exactas lo que yo quería decir. Yo esperaba a verla escrita para poder hacerla mía, de mi uso, y me aseguraba y me aseguraba, de que era ese el significado que yo le atribuía y no otro.
A menudo te encuentras en situaciones, y cada vez más,  con gente que escupe palabras. ¡Con lo fácil que es sustituirlas por aquellas que dominamos¡ Pero no debe ser así. Hay un convencimiento de que si hablo con palabras más “escogidas”,  yo soy más importante y así me encuentro con alguien que en una tienda pide a mi lado una chaqueta que le haga más esterilizada y además alardea de tener un anillo con una piedra tan grande como la cópula del Vaticano. Me pasó ayer.
   


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